Estás pensando en abrir un negocio, no sé si es tu primer ejercicio como emprendedor o si ya lo has hecho anteriormente. Viendo tus opciones decides junto con dos amigos, que poner una heladería haría mucho sentido.
Escuchas de franquicias y lo exitoso que pueden ser y decides investigar un poco.
De todos los que venden franquicias con los que has hablado has escuchado que hay que pagar una cuota inicial de franquicia y unas regalías durante la duración total del contrato de franquicia. Te hablan además de una inversión total y te das cuenta que esa cuota inicial representa el 40% de todo lo que te dicen que hay que invertir para montar el negocio. La verdad, no ha de ser ciencia poner una tienda de helados, decides emprender por tu cuenta.
La emoción de ser empresario te embarga y arrancas con todo. Lo primero es buscar un local adecuado para poner el negocio. Tu sentido común te dice que hay que ponerlo en un lugar en donde haya mucho tráfico de gente y no haya competencia alrededor, aún cuando si tu producto fuera más barato, a lo mejor te convendría ponerte cerca de otra heladería que ya tenga éxito. Lo más fácil es buscar en la colonia y tú y tus socios se arrancan a buscar opciones. Encuentran dos en centros comerciales y un par más de locales en buenas ubicaciones sobre calles transitadas. Los de los centros comerciales la verdad están muy caros y mejor deciden tomar el de 60 mts² cerca del deportivo de la colonia. Estuvo antes ocupado por una estética y hay que meterle dinero para que quede bien pero la renta lo vale. El casero te dice que hay otros interesados en el local y ante el miedo a perderlo decides cerrar el trato, firmar el contrato, dar el depósito y como eres muy hábil, logras dos meses de gracia. ¡Más que suficiente para echar a andar tu heladería!
¿Y cómo se hacen los helados? ¿Qué se necesita? El entusiasmo es tal que tú y tus socios que tienen sus empleos se buscan horas en las tardes y noches para concebir el negocio. Youtube y otros medios tienen cientos de videos tutoriales de cómo hacer helados y cómo montar tu propia heladería. Aquí comienzan las primeras dudas y ojalá y no, pequeñas diferencias con tus socios. ¿Vendemos solamente helados o también paletas? ¿Hacemos helados de sabores tradicionales o inventamos los propios? ¿Solamente helados o aprovechamos y vendemos también galletas? Tu gama de opciones es muy grande pero al final deciden que su tienda de helados se dedicará a helados solamente y de sabores novedosos que nadie más tiene. ¡Sin duda serán un éxito! Maracuyá con Chamoy, Vainilla con menta… las posibilidades son infinitas. Has hecho una decisión muy difícil y lo has hecho en apenas dos semanas, te quedan aún seis de gracia sin tener que pagar renta. Todo va viento en popa.
Vámonos a internet, es momento de ver qué equipos necesitamos para hacer los helados. Mientras tanto seguimos dándole vueltas al nombre que usaremos para nuestra marca de helados. Tiene que ser uno que llame la atención. Investigando vemos que necesitaremos pasteurizadora, mantecadora, abatidores de temperatura, congeladores, batidoras, vitrinas refrigeradas, entre otras cosas. La ventaja es que la suerte sigue de tu lado y existen varios proveedores que te pueden vender todo en paquete. Cotizas y ves condiciones y finalmente te decides por uno que parece ser el más serio aún cuando el presupuesto que habías considerado (y que hiciste tú mismo con precios de internet), se eleva en un 30%. Pero no importa, la calidad de los helados que vas a hacer será tal que pronto cubrirás ese déficit. Solamente hay que atender un detalle que no habías tomado en cuenta y que surgió de la compra del equipo: hay que hacer una instalación eléctrica especial en el local, lo que implica romper el muro de atrás, mismo que ya habías pintado. Ni modo, hay que volverle a hablar al albañil para que nos ayude a volverlo a hacer una vez que la instalación haya quedado lista. Y los días de gracia de la renta del local siguen corriendo…. sin contar con que los equipos te los entregan en 2 semanas.
Vámonos ahora a la Central de Abastos, no hay lugar más barato para conseguir todos los insumos que necesitas para tus sabores únicos. Hay que caminarle para comparar precios y calidades (de las que no saben mucho ni tú ni tus socios), pero finalmente se deciden por 4 proveedores distintos que tienen todo lo que van a necesitar. ¿Qué cantidades de cada materia prima vas a necesitar? Ya lo irás aprendiendo con el tiempo al ver cómo se comportan las ventas, lo importante ahora es tener lo necesario para estar listos con todos los sabores el día que por fin abras “Pingüi”, nombre que entre todos decidieron ponerle a esta primera sucursal, porque ya están pensando en que seguramente estarán abriendo una segunda en menos de un año. “Pingüi” porque hace referencia a un animal que vive en el frío, es un nombre corto, fácil de recordar, pegajoso y además con un logo bonito, seguramente llamará la atención de todos los niños que pasen frente a tu tienda. ¡Qué suerte que la hermana de uno de tus socios estudió Diseño Gráfico!
Ya casi están listos pero siguen faltando algunos pequeños detalles. ¿Quién va a preparar los helados y formular los sabores? El proveedor de equipo les dio una capacitación el día que se los entregó y ustedes podrían manejarlo pero de eso a saber cuánta vainilla y cuánto amaranto le tienes que poner al que seguramente será tu hit, hay mucho trecho. Ponen anuncios en internet, pegan volantes en la zona y una cartulina en la fachada del local solicitando un heladero. No necesito decirte que no se agrupan los candidatos en la puerta y finalmente sales a ver si al señor que trabaja en la tienda de helados que te queda camino a tu trabajo le interesa el trabajo. Después de algunos estira y afloja, Don Alberto decide irse a ayudarles pero no sin antes negociar un sueldo por arriba de lo que tenían contemplado y porqué no, un porcentaje sobre las ventas. A fin de cuentas lo necesitan urgentemente para arrancar ya con el negocio. Los meses de gracia de la renta ya pasaron y este mes ya habrá que pagarla.
Mientras Don Alberto (que no llega temprano nunca) comienza a hacer pruebas con tu stock inicial, tú y tus socios deciden ir a buscar el mobiliario y la decoración de Pingüi. Ya con el equipo y las instalaciones dentro del local, los 60 mts² se ven mucho más pequeños que lo que parecían hace meses pero dos mesas y 8 sillas si caben. El presupuesto total que habían considerado para abrir el negocio hace ya semanas que se agotó y ahora hay que encontrar el mobiliario más barato que encuentren y que cumpla con los tamaños que necesitan, en estos momentos ya no están para andar tirando el dinero. Aún falta imprimir menús, hacer cartelones con los distintos sabores y presentaciones, comprar uniformes para quien atienda la heladería y seguramente destinar un presupuesto para la campaña de promoción inicial que necesitan para atraer a los primeros clientes una vez que abran Pingüis.
Uno de tus socios ya de plano se salió del negocio. Ha tenido que pedir prestado para cubrir los gastos iniciales que se salieron de presupuesto, la novia está enojada porque pasa todas las tardes, sábados y domingos en su proyecto y para colmo ya perdió sus días de vacaciones en la chamba. Quedan tú y otro socio ahora ya para la recta final, pero mientras menos burros más olotes y ya pronto abrirán y la caja registradora comenzará a sonar.
Por un tiempo pareció que el día nunca llegaría pero después de 4 meses de mucho esfuerzo, finalmente Pingüis abrirá sus puertas el próximo martes….
ESTA HISTORIA CONTINUARÁ…..